El viernes pasado, el equipo de Barcelona disfrutó de su offsite con una deliciosa comida en un restaurante gallego.
Después del festín, la jornada tomó un giro creativo y práctico. En un taller de cerámica, cada miembro del equipo tuvo la oportunidad de dejar volar su imaginación y plasmar su personalidad en una taza única. Nuestros compañeros, se sumergieron en una autentica experiencia «hecha a mano».
Además de ser una actividad original y entretenida, la fabricación de las tazas ofreció a nuestros compañeros la oportunidad de colaborar, aprender y explorar su lado artístico en equipo.